¿Qué busca el Coprosede? La imagen del Poli confirma que a Gimnasia le están jugando sucio.
Comenzó el TNA y como es frecuente, las noches de Básquet agrupan a muchos Triperos dispuestos a alentar al equipo y a pasar un buen rato entre amigos, despojados un poco de las tensiones que genera el fútbol.
La organización fue perfecta. La imagen que se llevó la gente fue positiva a pesar de la derrota y al margen de lo deportivo, se percibió un paso al frente en relación al cierre del torneo pasado.
Lo que indignó a todos los hinchas que estuvieron en el Poli, fue la imagen de las plateas y las tribunas clausuradas, sin un motivo aparente y con la clara intención de que “nos están probando”.
Si, así parece. La actitud del Coprosede parece la de un jefe severo, probando hasta dónde le rinde el empleado. Entonces le encarga una tarea y el empleado la hace. Por eso le encarga otra, más exigente y el subordinado también la lleva a cabo. De manera que le pide que realice una tercera y el pibe va, casi agotado y sigue cumpliendo con su deber. Entonces, el jefe con una sonrisa socarrona lo llama al empleado y lo termina de humillar: “Te estás exigiendo mucho, mientras te tomás un descanso, hacete este otro laburito”.
Es gráfica la imagen y para nada exagerada. La medida que tomó el organismo de seguridad llega una semana después de que sacaron a Gimnasia del Bosque para jugar con River. De aquel partido queda el recuerdo latente de un hincha tripero cayendo desde la tribuna al piso, evidenciando que lo de “estadio seguro” no tiene sentido.
A su vez, como mencionamos hace unos días, nadie ha tomado medidas en la “charla” de simpatizantes albirrojos con Sensini, ni tampoco se cuestionó la actitud de la barra de Independiente, “apretando” al plantel para que consiga resultados.
Otro recuerdo que nos viene a la memoria es el lamentable hecho que sufrió el Club Universitario de La Plata, cuando se le cayó el techo de su gimnasio, dejando en evidencia que la seguridad en el deporte es sólo un juego de intereses políticos y económicos.
Y los ejemplos son muchos. Pero ante esta situación de persecución, la que queda es pensar en cómo superarla. La metodología adoptada por la Comisión Directiva, de acatar las órdenes para que nos permitan jugar en el Bosque sólo genera una sumisión absoluta y la imposibilidad de poder pelear por nuestros derechos.
Todos queríamos volver al Bosque y la salida, en un primer momento, pareció adecuada. Tal vez ahora, viendo las consecuencias, es momento de revisar la decisión.
La pérdida de la localía con River, también evidenció que no se cumplió con lo pactado y que a pesar de “portarse bien en 60 y 118” cuando les conviene, te sacan de todas formas.
Por lo tanto, la única alternativa que parece viable, es probar con “plantarse” ante este poder absurdo, liderado por Rubén Pérez y digitado desde el sillón por Julio Grondona. Decir “basta” para comenzar a fortalecer las bases, los valores y la honradez. Y si nos sacan del Bosque jugaremos en Racing hasta que se haga el Estadio. Y si clausuran las butacas impecables del Poli, que se suspenda el partido y que patalee TyC Sports.
Es lo que queda por probar. Recuperar la impronta, dejar de recibir pisotones y humillaciones. No se puede vivir subordinado al poder pensando que se obtendrá algún beneficio. Así estamos hace tiempo y no se ha logrado nada. Es hora de decir “basta” para consolidar la lucha en torno a recuperar la grandeza institucional.