Te adelantamos le editorial número 70 que saldrá el viernes con la revista. El momento debe significar un impulso.
Cuando se dan resultados adversos en el fútbol es muy difícil observar con tranquilidad las cosas que se hacen en otros ámbitos del Club. Pero a su vez, cuando los resultados son positivos, se da la inversa y a veces generan que se relajen las aguas, que se baje la intensidad de los trabajos y que finalmente se interfiera el funcionamiento de otras áreas, no siempre vinculadas al deporte más importante.
En Gimnasia se han dado las dos situaciones y por lo tanto, hay que evitar que eso vuelva a repetirse. A principios de la actual gestión de Walter Gisande como presidente de la Institución, los resultados futbolísticos fueron muy negativos. Eso dirigió la atención de los hinchas al plano futbolístico y no permitió que los triperos observaran otras cosas que se estaban haciendo.
Durante el proceso de Sanguinetti como entrenador, en el Lobo se mejoró mucho la infraestructura de Estancia Chica, del Polideportivo, se fundó la Escuela Secundaria, se trabajó en El Bosquecito, se fortaleció el fútbol juvenil, se organizó el equipo superior de básquet, entre otras cosas.
Sin embargo, como se dijo, todo eso pasó desapercibido en parte a los ojos de los socios debido al lógico impacto que generan las malas noticias dentro de la cancha.
Atentos a esa injusta realidad, los actuales resultados positivos no deben generar el mismo síntoma en la dirigencia Mens Sana. Los jugadores están haciendo su trabajo lo mejor posible, por eso, es necesario que se utilice eso como impulso y no como un alivio que genera estancamiento, pereza y sensaciones de autosuficiencia.
Hay mucho por hacer todavía. Al ideal de Club nunca se llega. Lo que sí, el horizonte perfecto debe tomarse como un objetivo permanente al que se debe aspirar todo el tiempo.
En el Lobo se necesita consolidar el fútbol juvenil y trabajar mucho más fuerte aún, en el infantil. Gimnasia tiene que volver a ser un semillero ejemplar y para eso hace falta mucho trabajo. Los chicos deben tener mayores posibilidades, mayores recursos y mayores expectativas a futuro. En ese sentido, qué mejor vidriera que hacer una buena campaña en primera.
A su vez, distintos ámbitos de la Institución deben profundizar los esfuerzos para generar recursos que posibiliten crecer fuertemente en diversas áreas como la de comunicación, la de deportes o la de atención al socio, entre otras.
Esto último no significa que no funcionen actualmente, sino que contando con recursos, se puede hacer un trabajo muy superior.
Por lo tanto, es elocuente y siempre lo fue, que los resultados futbolísticos condicionan el estado de ánimo de los hinchas, pero los dirigentes, además de hinchas son dirigentes; por eso, es importante que ante un cuadro de situación favorable en el plano futbolístico, se utilice la realidad como un impulso para el trabajo y no como un aliciente que termine debilitando las estructuras que tanto trabajo cuesta fomentar.