Te adelantamos el artículo editorial 77 de Letra G. Pase lo que pase, este proceso merece continuidad.
No cabe duda de que pase lo que pase, el paso de Madelón por Gimnasia dejará una huella difícil de borrar.
Leonardo Carol Madelón agarró el equipo cuando lo peor todavía estaba por venir. En el momento de su asunción el Lobo compartía con su par jujeño la última posición en la tabla del descenso, con tan solo 1.012 de promedio y 9 puntos obtenidos producto de un pésimo inicio de Sanguinetti coronado con un desastroso 1-3 en el clásico.
Hoy, sin embargo, el promedio (1.133) y el panorama son otros, lo que muestra a las claras el crecimiento de este equipo desde la llegada de Madelón.
Si bien todavía el objetivo principal de mantener la categoría no está cumplido, la sola posibilidad de que en la última fecha Gimnasia dependa de sí mismo es todo un logro si nos remontamos a aquel 1 de Octubre del 2008 cuando Madelón se hizo cargo del plantel profesional.
Por lo tanto, no sólo lo mencionado anteriormente es un logro del actual DT sino que tras el triunfo a Independiente en el Bosque, cuando la punta era un hecho y en los promedios se había alcanzado nada menos que a Racing y Rosario Central, Madelón supo bajar los decibeles provocados por la euforia colectiva para pasar a soportar una desagradable racha de nueve encuentros sin cosechar triunfos. En los cuales dio permanentemente la cara y con el mismo aplomo que lo caracteriza supo encauzar el rumbo para que el Lobo, fiel a su historia, no se diera por vencido ni aún vencido.
Por último, los triunfos frente a San Martín de Tucumán y Boca, ambos en calidad visitante y con un marco verdaderamente desfavorable, son claras muestras de actitud que tienen como punto de partida el convencimiento impuesto por el DT. Que desde su llegada bajó un mensaje optimista y de sacrificio a un plantel que lucia triste y desmotivado.
Madelón captó desde su llegada el mensaje de la gente y supo plasmarlo dentro del campo de juego a la perfección.
“Jueguen como hinchas” reza un trapo tripero y eso es justamente lo que el DT logró desde su llegada, la identificación con los colores y el compromiso que eso significa.
Identificación que parte desde su persona y que lo transforma en un hincha más.
Estamos a minutos de que nuestro destino vuelva a ser a cara o cruz, pero pase lo que pase debemos luchar por un Madelón por mucho tiempo más en Gimnasia.