Te adelantamos el artículo editorial de la revista Letra G Nº 89 que sale el domingo frente a River. Aprovechar la fuerza de la gente.
En estos tiempos es prácticamente imposible desprenderse de la actualidad futbolística al momento de jerarquizar un tema para editorializar. Sin embargo, a menudo sucede que del fútbol se desprenden otros temas, que tienen una relación indirecta y que resultan elementales para que el hincha tripero analice.
En la actualidad no queda otra. Todos los esfuerzos de parte de la comisión directiva deben centrarse en zafar del descenso. Pero eso, no debe significar una regla para todos los componentes del Club, y mucho menos para quienes no se encuentran abocados al fútbol. Como siempre decimos y no nos cansamos de remarcar, Gimnasia no es un Club sólo de fútbol, aunque muchos sostengan lo contrario. Puede ser que el fútbol sea la disciplina que condicione al resto de las actividades, pero hay que tener bien claro que hay muchísimos socios que todos los días se acercan a las diferentes sedes del Club a practicar otros deportes o a estudiar y que muchos de ellos, ni siquiera asisten a la cancha.
Por eso, no se puede pretender que ellos, fieles sostenedores de la vida social de Gimnasia, tengan que quedarse perplejos a la espera de un resultado deportivo. No es así. Y menos, cuando alertas de la situación, se organizan y llevan adelante diversas tareas para generar recursos y sostener cada una de las disciplinas.
Entonces, que la dirigencia no lleve a cabo alguna tarea, considerando que “no es prioridad en este momento” se puede llegar a aceptar. Pero que al mismo tiempo frente iniciativas o desestime propuestas superadoras que pueden significar mucho para el Club, por el solo hecho de que no pase por las manos de quienes conducen la institución es un grave error y una mediocre manera de gobernar; más en este momento tan delicado de la Institución.
Un Club de puertas abiertas como siempre propuso la conducción de Walter Gisande (y damos fe de que en ese sentido se ha dado un gran paso hacia adelante) contempla también aceptar el aporte, en mayor o menor medida, de la gente que se desvive por Gimnasia desde otro lugar, ajeno al fútbol.
Hay que hacer y si no se puede hacer por las circunstancias actuales, hay que dejar que otro haga. Eso también es gestión y en definitiva, si de política hablamos, eso también puede tomarse como un logro de la actual gestión.
Eventos, rifas, obras de remodelación tanto en el Bosque como en la Sede y otras iniciativas que pueden significar el comienzo de algo importante, muchas veces no pueden ponerse en funcionamiento debido al recelo de algunas autoridades que preocupadas por cuidar “su quintita” en el Club, las desestiman o le restan importancia.
El Lobo está en una situación complicada y todos coincidimos en que de esto se sale todos juntos. Entonces aprovechemos la fuerza de la gente para avanzar hacia un Gimnasia mejor, sin mezquindades que lo único que muestran son limitaciones propias de un club chico.
