Fue una tarde amenazante por la lluvia pero la pasión pudo más y de apoco se fue transformando en una jornada espectacular para armar el festejo. Desde las 19 grandes y chicos, pero todos triperos, comenzaron a llegar a la plazoleta de 131 y 32 para compartir el sentimiento de pertenecer a la mejor hinchada del mundo.
Papá Noel y el Lobo repartieron regalos a todos los chicos y se preparó una merienda con gaseosa y galletitas para los lobitos que festejaron y se divirtieron durante varias horas.
Con una animación excelente se organizaron juegos, se cantaron canciones y se regalaron bolsitas con golosinas. Fue una tarde completa donde ni siquiera faltaron los bombos, las trompetas y toda la orquesta que atrajo también a todos los vecinos del barrio.
Felicitaciones a la filial El Expreso Barrio San Carlos y a todos los que colaboraron para llevar adelante otra importante iniciativa que fortalece la identidad gimnasista.