Una vez más, como sucede cada año, los intereses se cruzarán y Gimnasia dependerá en gran parte de otros. Empezó el festival para la prensa.
Claro que, ese otro, puede ser hasta el más acérrimo enemigo. En la fecha 15 del torneo Gimnasia deberá ir al Amalfitani a enfrentar a Vélez, uno de los candidatos, mientras que Estudiantes recibirá, vaya a saber uno dónde, a Huracán, principal competidor del Lobo en la lucha de abajo. Como era de esperar, las especulaciones ya empiezan a flotar en el aire mediático.
Lo cierto es que tanto Gimnasia como Estudiantes, necesitan la victoria como agua. Sin embargo, desde los medios siempre se fogonea la posibilidad de que uno perjudique a otro, con la intención de agregar dramatismo a la definición y acentuar la rivalidad existente entre ambos equipo. Muchas veces, y teniendo en cuenta que los jugadores generalmente son ajenos a este enfrentamiento sanguíneo, son las propias voces periodísticas las que siembran un manto de duda sobre una situación que no es imaginada por los protagonistas.
Si ganan ambos se hablará más de “el favor que le hicieron al otro” que de “la gran victoria conseguida” y si pierden se podrá leer que “lo hicieron para perjudicar a su rival” más que de las circunstancias del juego.
Se dice que es muy difícil “jugar a menos”, pero hay sobradas muestras de que es posible. Pese a ello generalmente el “ir para atrás” tiene un objetivo propio y no en perjuicio del otro. Pero puede pasar cualquier cosa. En este caso, influirá mucho la carga dramática que le imprimirán los medios a este cruce de intereses. El diario El Día ya puso primera y encendió la mecha.
Lo único cierto es que Gimnasia no tiene tiempo para especular ni esperar una ayuda de otros. De eso que se encarguen los medios. Si el Lobo gana, difícilmente haya que andar esperando milagros ajenos.
