Opinión: nota de Ariel Fridman (Letra G) para www.locuratripera.com acerca de la actualidad de Gimnasia y el problema comunicacional.
Luego del descenso y ya elaborado el proceso que va del profundo dolor a la búsqueda de lucidez, uno trata de entender qué le está pasando a Gimnasia. La respuesta tiene muchas vertientes, pero la mayoría de ellas encuentran un arraigo en la falta de transparencia dirigencial y en las profundas falencias en la comunicación institucional.
Con la pérdida de la categoría el sentimiento espontáneo de los hinchas fue el de acercarse al club más que nunca para apoyar en este delicado momento. Entonces, muchos optaron por hacerse socio y ver de qué forma se puede aportar algo para que el Lobo salga adelante. Pero la respuesta fue la que se viene dando desde la dirigencia desde hace años. Ninguna. Gracias por asociarte y andá a tu casa a ver qué pasa con Gimnasia.
La búsqueda de unidad en el discurso de quienes participan de la vida política del Club se queda en meras palabras y no tiene un vínculo real con los hechos. No existe la unidad, no solo porque hay diferencias insalvables en la visión de Club que se quiere, sino porque aún no se ha tomado consciencia de la crisis que se vive y porque aún no se ha tomado como prioridad la consolidación de un proyecto claro como camino a seguir.
Entonces, el socios se quedan viendo pasar la realidad sin poder participar para revertirla. Sin saber de qué se tarta. Esperando solo que empiece el torneo para que se termine este calvario que representa el receso entre torneos. El que critica es un desubicado que “tira bombas” y que “le hace mal a Gimnasia”. El que calla otorga y se transforma en “cómplice” del desastre que puede venir. El que replica un rumor es un boludo que hace eco “de las mentiras del periodismo”. El otro dice lo que dijo tal jugador o aquel dirigente o el DT o un representante, que en realidad es lo que le dijeron que dijo un allegado a él.
Si el Club no toma las riendas y se posiciona por sobre los intereses ajenos se le da lugar a oportunistas que intervienen en todos los ámbitos. Los representantes de los jugadores, los jugadores mismos, la gente del fútbol en general aprovechan la desidia para hacer sus negocios, para ubicar a sus jugadores o para hacerlos tomar decisiones, equivocadas a veces, que protegen su economía por sobre la de la institución. Si no hay una postura firme y convincente de parte de la institución, sobre cada uno de los temas, los periodistas se atribuyen el derecho a decir cualquier cosa, se desbordan y lastiman, sabiendo que no habrá represalias y que del otro lado no habrá nadie para decirle nada.
Y ahí surgen las conjeturas, los dichos aislados sin confirmaciones, los agravios. Pero también surgen las noticias reales, que tiempo después informará el Club, casi en forma ridícula ya que “informa oficialmente” lo que ya todos saben, lo que salió en todos los diarios y en todos los portales, lo que ya se debatió y de lo que ya muchos habían desconfiado debido a que “el Club todavía no dijo nada”.
Ejemplos hay muchos y cada uno esconde un aspecto poco transparente: ¿Qué se hará con la Auditoría? ¿Cuál es la postura de la actual dirigencia al respecto? Hay que informarle al socio cuál va a ser el modo de proceder con parte de los responsables del desastre que hoy es Gimnasia. Tema Tierras, otro aspecto confuso: ¿se lograron las tierras o se avanzó en ese sentido? El discurso fue que se lograron, pero lo cierto es que la Provincia ratificó el acuerdo y el juicio sigue. Hasta tanto no se cierre y las ONG dejen de tener interés en las tierras no se podrá hacer la escritura. Pero eso y con mayor profundidad debe informarlo el Club y así evitar conjeturas que giran en torno a qué pasará si el Club presenta quiebra (otro rumor que se intenta instalar por la permisividad de la institución que no lo confirma o rectifica) ¿Qué pasará si aparecen nuevos reclamos antes de que se cierre el juicio?, y las dudas siguen.
LA CUESTIÓN FUTBOLÍSTICA
Con el aspecto futbolístico la desinformación es moneda corriente y las confusiones están a la orden del día. Los socios... bien, deambulando por ahí.
La reaparición de Gabriel Pelligrino en la escena tripera todavía es una incógnita. El Club no informó nada y Delmar se limitó a decir en los medios que el ex candidato a presidente se hará cargo del Departamento de Fútbol, aunque la decisión final la sigue tomando él –lo que resultaría una obviedad-. Y en este aspecto la “ausencia institucional” le da lugar a una catarata de rumores y conjeturas que cada día escribe nuevos capítulos. ¿Cuáles con los alcances y limitaciones de Pellegrino? ¿Pone dinero? ¿A cambio de qué y con qué intenciones llega? ¿Qué peso tiene en las decisiones?
Y siguen... ¿cuál es el proyecto que presentó Pellegrino para fortalecer el Departamento de Fútbol? ¿Traer a Ingrao estuvo consensuado? ¿Por qué un Club descendido tiene un manager pago? ¿Cuánto se le paga a Tempesta? ¿Qué función y qué objetivo debe cumplir? ¿Y Galvagni se incorpora? ¿en concepto de qué? ¿Le cuesta dinero al Club? Y de aquí deviene el tema de los refuerzos ¿Cuál es el proyecto que se está implementando en esa materia? ¿O se trae lo que se puede? ¿Y los refuerzos? ¿Y los jugadores que se van? ¿Y Goux, levanta el juicio que tiene contra Gimnasia?
Porque la constante desinformación genera un vacío peligroso que muchos lo ocupan para desestabilizar. Porque la falta de una estrategia clara y contundente generan vertientes que terminan con el alejamiento de importantes valores, que encima se despiden mediante cartas abiertas exponiendo las miserias que emergen de nuestro querido Club. Y eso lastima mucho...
Gimnasia necesita un proyecto integral de Institución. Eso lo sabemos todos. Delmar ganó con casi el 63 por ciento de los votos y eso le da legitimidad, pero no plenos poderes. Los socios deben participar y para ello deben tener un espacio para hacerlo, que debe generarlo el Club. De más está decir que todos queremos lo mejor para el Lobo pero sin una estructura sólida de Institución es difícil (sino imposible) avanzar. Es momento de tomar este momento como el “el fondo” y no provocar que la caída se acentúe. Basta de pensar “por ahí sale bien”, porque con esa idea hoy la institución, en su conjunto, descendió a la segunda categoría.
Se puede tomar cualquier decisión con el propósito de beneficiar a Gimnasia, pero debe exponerse, explicarse y mostrar que es superadora respecto a otras posibilidades. Los dirigentes deben informar acerca de los movimientos internos, para que los socios sepan claramente quiénes son los encargados de dirigir los destinos del Club. Y luego sí, sentarse en una mesa para pensar en una estrategia sólida, evitando que cada uno tire para su lado para impedir de esa forma que el trabajo que uno desarrolla pueda ser destruido por otro en un abrir y cerrar de ojos.
Uno trata de entender... pero si no hay una postura de los que se quiere, firme y convincente, es imposible que la gente se sume a ayudar. Uno tarta de entender... y lo único que logra es esperar a la mañana siguiente para ver qué es lo que los medios reflejaron acerca de decisiones, quejas, refuerzos, entrenadores y destinos del Club. Uno trata de entender... y lo único que saca en limpio es el amor indescriptible que se siente por Gimnasia. El descenso está consumado, ahora, aprovechémoslo para cambiar.
