El Lobo en los medios Nota de Ariel Fridman publicada en la revista Letra G 118 analizando el problema comunicacional del Club.
Gimnasia pareciera formar parte de un Reality Show, un formato televisivo donde cada uno hace lo posible por destacarse del resto, a cualquier precio, sin recaer en consecuencias y sin entender que el precio de ser una figura mediática a cambio de algunas “bombas informativas”, puede ser muy alto para la Institución.
Figurar, ser el portador de un chisme que “venda” o descargar la bronca en los medios por alguna cuestión interna del Club, puede resultar peligroso, además de lo perjudicial que ya es para la institucionalidad de Gimnasia.
Pero claro, esto no es un problema nuevo y mucho menos es una situación fácil de resolver. El esquema comunicacional del Lobo nunca fue sólido y nunca se consideró como sistema, con una estrategia pensada y direccionada.
Siempre se actuó en forma individual, a partir de la concepción que cada integrante del Club tiene sobre los diversos temas. Nunca ese punto de vista fue consensuado desde la comisión directiva, destacando qué cuestiones y cómo deben comunicarse.
Por otro lado, nunca, ni en comisiones anteriores ni en la vigente, se tuvo en cuenta un concepto de Club para transmitírselo a los socios. Si llegásemos a preguntarle a cada integrante de la comisión directiva qué visión de institución tiene, seguramente encontraríamos una y otra vez respuestas diferentes. Falta consenso, falta aunar criterios. Falta entender el Club como un todo, donde la actuación de cada una de sus piezas repercute directamente en las otras y que ese motivo es crucial para mantener la tranquilidad y la armonía que se requiere para crecer y seguir adelante.
No debe hablar cualquiera sobre cualquier tema; sino que debe haber un referente para cada cuestión del Club. No puede el técnico hablar de su despido y al día siguiente que la comisión directiva le brinde su apoyo. No puede salir un técnico de juveniles a destacar su mala relación con el técnico de primera y lo que eso genera. No pueden tampoco mostrarse contradicciones marcadas ente autoridades del Club sobre los mismos temas en cuestión. Alguien debe dirigir la comunicación y el resto debe acatar.
No lograr esto le está trayendo grandes problemas a Gimnasia desde hace muchos años, alimentado por el sin fin de intereses que conviven en los medios, que operan y que no reparan en lo mal que le pueden hacer al Lobo.
Y que no se malinterprete. Este es un problema comunicacional, no de prensa, que dicho sea de paso, funciona muy bien. El problema está en la comunicación que debe partir de la primera línea dirigencial y ser respetada por todos. Una situación que debe resolverse a corto plazo para comenzar a dar pasos con firmeza política y decisión.
Dejemos de jugar al Reality Show y tengamos claro que nadie va a cuidar a Gimnasia si ni siquiera Gimnasia se cuida a sí mismo.