Desde 1992 Marcos Compagnucci acumula reliquias triperas. El coleccionista del Lobo charló con Letra G y nos contó de todo.
Marcos Compagnucci es el gran coleccionista tripero que desde 1992 atesora en su casa de Gonnet una formidable cantidad de objetos azules y blancos, dándoles un valor sentimental único y sellando la relación de identidad con la institución. La herencia que su familia le trasfirió fue el sentimiento inquebrantable por el club, pero él desde los 15 años comenzó con la colección que hoy en día cuenta con reliquias y objetos únicos.
Hace pocos días estuvo representando a la institución con sus objetos, y también algunos del club, en la muestra de “Supercolecciones” realizada en el Pasaje Dardo Rocha, donde consiguió hacerse con la distinción de “Mejor colección de Fútbol” y el tercer puesto en el rubro general.
Como todo coleccionista que anhela tener hasta los objetos más recónditos en su muestra, este tripero suele presenciar ferias antiguas y exposiciones donde pueda encontrar algo de su interés. Muchas veces ayudado por los propios hinchas que le acercan todo tipo de objetos, pero otras tantas teniendo que poner dinero de su bolsillo, Marcos posee un tesoro sin igual de la vida gimnasista.
En el cuarto de su casa destinado especialmente a la exhibición, uno puede encontrarse con camisetas, carnets históricos de socios, butacas de la antigua platea “H”, una recolección histórica de diarios digna de una hemeroteca, y hasta los botines que utilizó el antiguo defensor R.Maldini en la final de 1929 ante Boca Juniors, donde Gimnasia se coronó campeón. Todas reliquias atesoradas por este tripero, que halló dentro de su fanatismo otro camino para estar ligado al club.
En un charla amena donde cordialmente Letra G tuvo la invitación para acceder al museo, entre banderines, cuadros y todo el merchandising habido y por haber, Marcos comentó que “esta colección comenzó luego del partido que Gimnasia le ganó a Boca por la liguilla de 1992, a partir del día siguiente empecé a recolectar todo lo que fuera de Gimnasia. En su memento fueron más que nada recortes de diarios y revistas, y luego comencé a comprar objetos que me interesaban. En principio fueron principalmente cosas de fútbol, pero luego también me volqué por los deportes amateur que tanto le dieron a nuestra institución”.
A la hora elegir la reliquia preferida dentro de los tantos objetos que este coleccionista tiene en su museo, Marco titubeó y luego de dudar terminó optando por los históricos botines del jugador R. Maldini que se desempeñaba en la defensa tripera, allá por 1929. “No suelo distinguir como mejor o peor entre todo lo coleccionado porque a cada cosa le doy el mismo sentimiento, desde el llavero que compré ayer hasta la primera revista que tuve, todo lo cuido y aprecio por igual. Claro que hubo objetos que me costaron conseguir más que otros, como por ejemplo los botines de Maldini que fue un gasto económico, pero también casos como el de la revista “Mens Sana” (primera publicación partidaria en la historia del club, publicada en 1929) que me llevó una larga tratativa para finalmente tenerla ”,concluyó. Entre sus vitrinas, también se exhibe una entrada del partido que Gimnasia jugó en Japón ante Kawasaki Verdi por la Copa Sanwa Bank, a la cual accedió luego de conquistar la Copa Centenario.
Como próximo objetivo, y teniendo en cuenta el gran acontecimiento que llegará el 26 de abril siguiente, Marcos tiene el anhelo de poder ser parte de la muestra que se daría por la celebración de los 90 años del Estadio Juan Carmelo Zerillo. Al respecto, el fanático coleccionista comentó: “La meta siguiente que me propuse fue tratar de dar con gente que tenga cosas del Bosque para realizar una muestra con objetos originales históricos. La idea es hacer un repaso por la historia, desde 1924 hasta hoy para que la gente siga conociendo y remarcando la cuestión de identidad”.
Por último, con la esperanza de poder seguir atesorando objetos para su colección, pero también con el anhelo de que Gimnasia tenga en algún momento un museo de grandes valores y objetos propios que sigan engrandeciendo el sentimiento de identidad, Marcos expresó su deseo: “Espero el día de mañana tener una colección propia más grande, pero también voy a luchar para que el club posea un museo enorme, como se merece Gimnasia”.
