Los alumnos de cuarto grado de la Escuela Primaria René G. Favaloro de nuestra Institución realizaron la jura de lealtad a la bandera nacional. FOTOS
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Sobre las barrancas del río Paraná, un 27 de febrero de 1812 el General Manuel Belgrano izó por primera vez la bandera nacional. En ese mismo lugar se encuentra ubicado hoy el Monumento Histórico Nacional a la Bandera Argentina.
202 años después de aquella gesta, los alumnos de cuarto grado de la Escuela René G. Favaloro realizaron allí la promesa de lealtad al símbolo patrio, en un acto del que participaron miles de alumnos provenientes de escuelas de todo el país.
La directora de la escuela primaria, Silvina Quetti, junto a docentes, alumnos y familiares se reunieron en la madrugada del viernes en el bosquecito para partir en caravana rumbo a Rosario y una vez allí se unieron con las distintas delegaciones para formar parte de la ceremonia.
El momento más emotivo del acto se vivió cuando el General Manuel Belgrano, personificado por un actor rosarino, ingresó al Patio Cívico del Monumento llevando en sus manos la bandera Argentina, subió al escenario y realizó su discurso ante todos los presentes y transformó la tradicional pregunta: "¿Prometen ser leales a nuestra bandera?", en un "Sí, Prometo" que unió a todos en una sola voz.
Una vez finalizado el evento y luego del almuerzo que disfrutaron en el parque ubicado a orillas del río, los chicos participaron de la muestra interactiva “Berni para niños”, en la que se divirtieron y aprendieron realizando juegos, pinturas y bailes que recrean las obras del reconocido artista oriundo de aquella ciudad.
Pero las sorpresas no terminaban allí. Antes de emprender el regreso a La Plata, los esperaba una visita a “La Isla de los inventos”: centro cultural emplazado en la vieja estación del ferrocarril en donde los alumnos, a través de actividades lúdicas, pueden crear, inventar y construir esculturas en hierro y diferentes productos en madera, telas, papel y cerámica, además de disfrutar de una fábrica de lectura y otra de animación de imágenes.
El viaje de vuelta mostró rostros exhaustos por el trajín de un día que arrancó muy temprano y estuvo repleto de actividades, pero el cansancio no pudo ocultar la felicidad de todos los que participaron de una jornada emocionante que quedará guardado en el baúl de los recuerdos más lindos de la vida.
