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VUELTA A CASA
Hoy es un día de plena felicidad para la gente de Gimnasia. El regreso del primer equipo al Estadio del Bosque llega en un momento ideal y significa el punto de partida para afrontar una nueva lucha que, está claro, será muy dura.
Muchos dicen “no volvemos al Bosque, porque en realidad nunca nos fuimos” y es absolutamente cierto. Pero también es cierto que cuando el alma es atropellada por la injusticia, es necesario fortalecerla por medio de reivindicaciones gratificantes.
Todos continuamos yendo al Bosque durante este largo tiempo. Algunos más y otros menos. Por alguna razón u otra siempre deambulamos por el templo, con la impronta gigante y mágica que sólo un hincha de Gimnasia puede percibir en semejante escenario.
Pero aquellos días no fueron felices. La melancolía de tantos buenos recuerdos y la bronca por la soberbia política y la desmedida arbitrariedad, llevaron a los triperos a dividirse. A discutir cuestiones fundamentales, a romper relaciones eternas por culpa de la decisión impuesta por los gobernantes y amparada por la dirigencia de turno del Lobo, de jugar en el estadio Ciudad de La Plata.
Con mucho esfuerzo, una gran cantidad de hinchas no aflojaron nunca en la lucha por recuperar la localía en casa. Además, la decisión política impuesta por la comisión directiva actual y el aval que impuso en su momento el municipio local, también fueron factores determinantes para que los jugadores, esta tarde vuelvan a salir del histórico túnel que da a los pies de la tribuna de 60. ¡Qué imagen!
Por eso ahora empieza otra historia. Y es necesario que estemos todos juntos para sacar a Gimnasia de la situación en la que se encuentra. No sólo futbolística sino institucional. Se necesita la participación de la multitud de Fierro en todos los ámbitos. El Lobo no puede volver a salir de su Estadio por la decisión unilateral de un político con bronca.
Los valores no se negocian y la identidad tampoco. Por eso, aprovechemos esta oportunidad y volvamos a demostrar la pasión de una hinchada incondicional, que no sabe de abandonos.
Se vienen tiempos difíciles, pero con la gente, el retorno de algunos jugadores y conviviendo en nuestra casa, no caben dudas de que se puede salir adelante.
