Acá, una reflexión del tripero Matías Reyero, que hizo llegar a Letra G su punto de vista tras lo sucedido el domingo en el clásico.
Algún día entenderemos
Que en Gimnasia la pasión no se desecha
Y dirigentes de eso se aprovechan
Que la fidelidad parece negocio,
Para representantes del consorcio.
Que nos piden ser pacientes
Cuando fallan a la gente
Y que lo único exitoso
Es el aporte de los socios.
Que los jugadores eligieron pelear en vez de luchar dignamente,
Y la rebeldía nunca aparece en el verde césped
Que la dignidad no se negocia
Y el folclore es otra cosa.
Que aguante nos sobra,
Y el equipo es una sombra
Cuando no decimos basta,
Es el club quien se desgasta.
Que en el Lobo las ilusiones decrecen
La grandeza está en su gente,
Y sus viejos se merecen,
Un amor correspondiente.
Y en el juego de los barras
No me importa la bobera,
Tenemos mejores virtudes
Que un siniestro de banderas.
Que aunque sea incondicional,
El hincha quiere ganar
La adversidad nos retempla
Pero agota la tormenta.
Y los hinchas en general terminaremos de entender,
Que cuando arde la sartén
El coraje es muy fácil de ver
Y el verdadero valor se apellida Niell.
Que con total sinceridad,
Gimnasia es gigante en serio
Y con el aplauso a la mediocridad
Parecemos no creerlo.
No me duelen las trompadas,
Ni tampoco las cargadas,
Bien se sabe de la impronta,
De asumir nuestras derrotas.
Lo que duele nuevamente,
Y perdón ser insistente
Ya no culpen a la suerte
De su deuda con la gente.
Algún día, alguien nos va a tener que pedir disculpas. Porque Gimnasia no merece tanta falta de respeto.
