En la previa al inicio de la Liga Argentina Femenina de Vóley, te contamos cómo será el regreso de las dirigidas por Paula Casamiquela, las altas y bajas del plantel y cuáles serán los desafíos deportivos a lo largo del año.
Este jueves arranca la nueva temporada de la Liga Argentina Femenina A1, que dará inicio con el partido entre Rosario y Universitario. Las Lobas debutarán el sábado 2 de febrero en condición de visitantes frente a Municipalidad Plottier, rival al que ya enfrentaron el año pasado. La liga estará conformada por dos zonas, con siete equipos cada una, y las Lobas integrarán la Zona A junto con Estudiantes, Banco Provincia, San Lorenzo, Vélez, Plottier y Caleta Olivia.
Durante la primera etapa, los equipos se enfrentarán todos contra todos. Los mejores seis de cada zona pasarán de ronda para disputar los cuadrangulares, mientras que el último descenderá.
Los dos primeros y segundos de los cuadrangulares, sumados a los mejores terceros, accederán a la próxima fase. Allí los dos mejores de cada cuadrangular jugarán las semifinales. Los ganadores de las semifinales deberán enfrentarse al mejor de tres para conocer al campeón el día 15 de abril.
Las Lobas atraviesan una etapa de transición en lo que respecta al armado del plantel, con la salida de algunas de sus figuras y el ascenso de varias juveniles al plantel profesional. Ya no continuarán en el plantel Carolina y Sol Onofri, Giulliana y Marianella Carpoli, Guadalupe Ascaso y dos de sus principales figuras: la experimentada punta receptora Alejandra García Croquer y la central Natalia Palma, última capitana del equipo. Paula Casamiquela contará con nuevos refuerzos para esta temporada, ya que se producirá el regreso de la punta-receptora Tanya Acosta, quien será la nueva capitana y que viene de afrontar una dura lesión en el 2018 que la dejó afuera del Mundial, sumada a tres juveniles que vienen con muy buen desempeño como Victoria Mayer (armadora), Ángeles Ligorria (punta) y María de la Paz Tolosa (central).
La pretemporada de las mens sana fue muy exigente, con doble turno todos los días, y contó con un amistoso jugado contra Banco Provincia, en lo que significó un prueba de preparación con fines benéficos, ya que sirvió para ayudar a los inundados del Litoral.
El 2019 vendrá con muchos desafíos para las triperas, ya que a mediados de año también deberán disputar la Copa Metropolitana y la División de Honor.