Este jueves se realizó la Asamblea General Ordinaria, donde las y los socios del Lobo desaprobaron todos los ítems desarrollados por la Comisión Directiva, en un episodio con precedentes casi nulos.
Y en ese marco, una de las declaraciones que más sorprendió durante la jornada fue de Sergio Lamoglie, dirigente del área de Vóley, quien al ser consultado sobre la decisión de pegar un volantazo en la conducción del Vóley Femenino, dio a entender, de manera irónica, que Paula Casamiquela viene realizando “un reclamo a Gimnasia desde la época en la que estaba su papá” y que no le corresponde.
La ex entrenadora de las Lobas decidió hablar con Letra G para dejar en claro que no existe tal cosa, y que su vínculo con el Club terminó el año pasado, cuando arregló su salida ante el cambio de proyecto deportivo que impulsó la dirigencia. “Lo que dijo Lamoglie, sobre un supuesto reclamo mío de la época en la que estaba mi papá, es todo mentira”, aseguró Paula Casamiquela, y añadió: “Hemos dejado pasar muchas cosas y muchos comentarios falaces, pero llega un momento en que decís basta. El límite es mi familia”.
El año pasado la dirigencia de Gimnasia resolvió modificar el proyecto deportivo del Vóley Femenino. La decisión fue unilateral: no se charló con ninguna de las Casamiquela y, de un momento a otro, les cortaron de cuajo el vínculo. A Paula le ofrecieron el cargo de Alicia, en lo que ambas entendieron como una invitación a retirarse.
“Con Lamoglie nunca nos sentamos ni a tomar un café, ni siquiera para hablar sobre los cambios que ellos querían hacer en el Vóley. Tampoco para hablar de proyectos ni para nada”, contó Paula, quien a la vez sostuvo que “nombrar a mi papá no tiene mucho sentido, porque él nunca tuvo participación en nada de lo que yo he hecho y logrado de modo personal”.
Paula Casamiquela estuvo 37 años ininterrumpidos en Gimnasia, pasó por todas las categorías e hizo todo el recorrido hasta ser la entrenadora del primer equipo. “A mí nunca me regalaron ningún cargo, mucho menos mi mamá y mi papá”, destacó.
“Yo no estoy haciendo ningún reclamo. Simplemente acordamos mi salida, sin juicio ni nada raro, y nunca más tuvimos diálogo con nadie del Club”, aclaró Casamiquela. Y continuó: “A mí y a mi mamá nos sacaron sin darnos explicaciones. No estamos en contra de que se quiera cambiar de proyecto deportivo, porque la dirigencia tiene derecho a hacerlo, pero las formas dejan mucho que desear”.
Paula lamentó que Lamoglie “ponga en duda la idoneidad de mi familia y todo lo que le hemos dado al Club”, y que “nunca más nos volvieron a llamar, no nos ofrecieron ni una aclaración, ni una despedida ni mucho menos una disculpa”.
En la misma sintonía, la entrenadora se preguntó cómo es que antes se les negaba dinero para mejorar la disciplina mientras que ahora la situación cambió. “Para nosotros no había plata ni para comprar pelotas ni para viajar cómodas. Teníamos integrantes del cuerpo técnico que no cobraban. Subimos nueve chicas, de las cuales solamente quedaron dos, porque las relegaron y trajeron todas jugadoras de afuera”, detalló. Y agregó: “Teníamos un proyecto para trabajar durante tres años, siendo pacientes, con chicas del club. Todo eso lo cortaron. Ahora Gimnasia no genera jugadoras propias sino que las trae de afuera, todas de selección”.
“Supuestamente el club no tenía plata para traer jugadoras. En el año 2000 el proyecto que había en el club era que el 70% de las jugadoras tenían que estar formadas en Gimnasia. Las chicas se terminaron yendo todas. Esta es una gestión basada en el abuso, en el maltrato, en la traición, en esos valores; y no pasa solo en vóley sino en todo ámbito”, lanzó Paula.
Y en la misma línea, siguió: “Ningún entrenador de los que están hoy va a querer formar jugadoras. ¿Para qué? Si ellos no son del club. Ellos buscan resultados inmediatos y por eso traen jugadoras de selección. Es llamativo, porque a nosotros ni nos pagaban”.
Y concluyó: “Lamoglie ha hecho muy mal las cosas como dirigente del vóley. Y eso, sumado a lo de ayer, donde nombró a mi papá para generar algún tipo de sospecha de algo que no existe, me parece pésimo. Pero siempre se han manejado así”.
