Momentos después de la derrota de Gimnasia ante Estudiantes, aparecieron pintadas en la inmobiliaria en la que trabaja el vicepresidente del Lobo, Juan Pablo Arrién. “Renuncien ineptos”, escribieron en las ventanas.
Está claro que la responsabilidad del momento futbolístico del Lobo es íntegramente de los dirigentes principales del club, quienes ya han demostrado varias veces que no están a la altura. No obstante, como medio más masivo de Gimnasia, repudiamos a la violencia en el ámbito privado. No es el lugar ni la forma. Gimnasia debe resolver los conflictos a través de vías institucionales.