Un total de 340 socios de Gimnasia estuvieron presentes ayer en el Polideportivo Víctor Nethol para la Asamblea Ordinaria N°137. Alrededor de las 19:30, bajo un intenso calor, la Comisión Directiva dio inicio con dos grandes anuncios: en primer lugar, a partir del 1° de noviembre estarán disponibles los abonos anuales para la Platea Néstor Basile, con una capacidad de 1,350 lugares, correspondientes a la temporada 2025. En segundo lugar, una de las grandes noticias, que responde a una deuda que arrastraban las anteriores comisiones directivas, fue la reinauguración de la pileta en Estancia Chica para el verano de 2025, ofreciendo así una nueva opción recreativa para los socios.
Posteriormente, el secretario general Oscar González Arzac dio la palabra para que los socios presentaran sus mociones y consultas. La mayoría de las intervenciones se centraron en el nuevo estadio del Bosque, donde el tesorero, Juan Manuel López, aclaró que el proyecto podría demorar hasta 10 años, dado que los recursos necesarios para ejecutar algunos de los proyectos ganadores—aproximadamente 40 millones de dólares—no están actualmente disponibles en las arcas del club. El grupo PEG (Plan Estratégico Gimnasista) explicó los motivos por los cuales se convocó a un concurso de ideas, luego de realizar un relevamiento durante los últimos cuatro años para determinar qué tipo de estadio necesitaba el club, acorde a las demandas de las distintas disciplinas.
Otro punto de tensión se produjo cuando Julio Chaparro, referente de Hacer Tripero, tomó la palabra para criticar lo que consideró “un club de puertas cerradas”, en referencia a lo sucedido en la Asamblea de Renovación de Autoridades a fines de 2023, y a la falta de espacios de diálogo con los socios, según su punto de vista. Por su parte, el Frente Popular Gimnasista insistió en un sumario contra el expresidente Gabriel Pellegrino y contra los socios que firmaron el documento para que él mantuviera los derechos de televisión, abogando por el fin de la impunidad en modelos de gestión que, según ellos, dejan al club al borde del abismo sin consecuencias.
A diferencia de otras asambleas, donde gran parte del tiempo se destinaba a discutir las deudas y los juicios históricos del club, la atmósfera de ayer giraba en torno a cómo consolidar el crecimiento reflejado en el balance 2023-2024, buscando un impulso para mejorar el fútbol profesional y las divisiones juveniles en pos de un equipo más competitivo. En el desglose del balance, la Comisión Directiva destacó los 13 millones de dólares invertidos para saldar deudas de la gestión anterior, las obras e inversiones en fútbol, el crecimiento del 2% en la masa societaria—que actualmente cuenta con 38,579 socios—y la drástica reducción de la deuda con socios y mutuos, que pasó de 9.8 millones de dólares a 3.6 millones.
Sin duda, el número más impactante, que invita a mirar al futuro con optimismo, es el superávit de cerca de 4 millones de dólares presentado en el ejercicio. Algunos dirigentes destacaron que hacía mucho tiempo que Gimnasia no lograba presentar dos balances consecutivos con superávit, algo que en clubes modelos como Argentinos Juniors, Vélez o Lanús es la base para sostener una institución con obras, juveniles y equipos competitivos. El desafío es seguir por este camino, dejando atrás definitivamente las deudas, que actúan como un cepo e impiden que todo el dinero que ingresa sea de libre disponibilidad. El objetivo es que el club crezca a partir de sus propios recursos e invierta, como lo viene haciendo ahora, en fútbol profesional, obras, deportes, sedes y juveniles.
Renzo Stefanizzi