Partido muy chivo en Lanús, como siempre, un reducto muy complejo para cualquier equipo. Y hasta allá fue Gimnasia, con muchas bajas y un equipo armado para la ocasión: línea de 5 en el fondo, Rodríguez como volante/extremo y Zalazar y Castillo como principales armas de ataque.
El Lobo se plantó bien desde el vamos y propuso un partido de ida y vuelta, aunque nunca se descuidó en defensa. Pero todo se rompió a los 31 de juego, cuando Martínez lo cortó a Marcelino Moreno y vio la roja por último hombre.
Méndez acomodó las piezas con línea de 4 en el fondo y la apuesta pasó a ser mantener el orden en defensa. Así, el Granate tomó el dominio absoluto de la pelota y buscó acorralar a Gimnasia con centros laterales y frontales, pero siempre chocó con una buena performance de Ledesma y con las aguerridas tareas de la zaga compuesta por Morales y Cabral.
El Lobo tuvo la suya, de hecho, la más clara del partido: centro en pelota quieta de Zalazar y el cabezazo con destino a red de Castillo fue interceptado por el arquero de Lanús.
Los minutos pasaron y el Lobo logró mantener su arco seguro. Faltando 10, Fernández vio la roja por ir fuerte abajo y el Tripero se quedó con 9 hombres. Allí volvió a arremeter con todo el local, pero nunca pudo quebrar el sistema defensivo albiazul. Así Mastrángelo, que había hecho todo lo posible para favorecer a Lanús (cobrando todas las chiquitas para ellos, adicionando excesivos siete minutos y apurando en todo momento a Ledesma) , no le quedó otra que pitar el final.
Un punto que vale y que estira la racha sin derrotas. Y que claro, se potenciará mucho más si el Lobo le gana a Godoy Cruz en el Bosque este sábado.
