La fiesta ideal. Eso fue lo que se vivió en cancha de Lanús este jueves por la tarde, cuando una multitud acompañó a Gimnasia y se volvió delirando a La Plata, con el pasaje a los 4tos de final de la Copa Argentina en el bolsillo.
El Lobo fue muy superior a Barracas Central y, en el primer tiempo, mereció ir ganando por más de un gol. Sin embargo, la buena tarde del arquero rival complicó un poco el asunto.
Gimnasia atacó de manera permanente por el sector de Benjamín Domínguez, la figura de la noche. El pibe jugó su último partido con la azul y blanca y lo hizo con el corazón. Marcó el gol de la victoria. Un golazo: se la bajó Castillo, Benja la controló como los que saben y le dio de zurda fuerte y abajo para inflar la red.
Gimnasia nunca puso en riesgo su victoria ante un rival que casi ni lo inquietó. Recién sobre el final, cuando el pibe Cortazzo vio la roja directa por un fuerte planchazo, el Lobo se dedicó a defender el resultado.
Tras el pitazo final de Herrera, se generó una gresca entre jugadores de ambos planteles. Por el lado de Gimnasia, Cabral y Canto fueron expulsados. Así, el Lobo se queda sin centrales de cara al choque de 4to de final (será ante Talleres o Boca) y deberá buscar uno en el mercado de pases.
Domínguez tuvo la despedida que se merecía, de cara a la gente, con lágrimas y emoción. Volverá, desde luego, algún día al Bosque.
En cuanto al juego, Gimnasia revalidó todo lo bueno que venía haciendo en los últimos partidos y sigue adelante. El lunes, en Córdoba, tendrá otra prueba de fuego ante Belgrano.
