Se terminó la ilusión: Gimnasia no estuvo a la altura en la tanda de penales y quedó al margen de la Copa Argentina frente a Boca en Rosario, luego de igualar 1 a 1 en los 90 minutos.
Con el espectacular acompañamiento de 13 mil triperos y triperas, el Lobo hizo un partido correcto en cancha de Newell´s, con altibajos y a sabiendas de que contaba con mucho menos material que el rival.
Tras un primer tiempo flojo, Gimnasia mejoró en el complemento. El ingreso de De Blasis cambió la ecuación y el Tripero llegó a la igualdad: Zalazar ejecutó bien un tiro libre y Rojo la mandó a guardar en contra. Antes, en la primera mitad, Boca se había puesto en ventaja a través de Anselmino, que cabeceó solito ante la mirada pasiva de la defensa albiazul.
Hubo puntos flojos: la defensa, en general, salvo Morales, estuvo insegura. Incluso Pintado, raro en él. ¿Y puntos buenos? Algunas pinceladas del Pata Castro, el mencionado buen ingreso de De Blasis, y poco más. Quizás, para destacar, cierto orden general en los segundos 45 minutos, donde el Lobo fue superior a Boca e incluso pudo haberlo ganado en el final.
¿Los penales son una lotería? ¡No! Hay buenos pateadores de penales y hay buenos atajadores de penales. Se practican. No es azar. Brey contuvo cuatro ejecuciones de Gimnasia. Todo dicho.
Punto final para este objetivo trunco y esquivo que vuelve a ser la Copa Argentina. De acá a fin de año, Gimnasia debe apuntar a engrosar su colchón de puntos y clasificar a la Copa Sudamericana. No hay más.